May 12, 2025 De acuerdo con la ONU, los ecosistemas marino-costeros y oceánicos albergan más de 250.000 especies conocidas, y muchas más sin conocer. «Los océanos y la vida que contienen son fundamentales para el funcionamiento saludable del planeta, ya que suministran la mitad del oxígeno que respiramos2y absorben anualmente un 26% de las emisiones antropógenas de dióxido de carbono emitidas a la atmósfera. Cada vez hay más evidencias que demuestran el papel esencial que desempeña la biodiversidad marina para la salud del planeta y el bienestar social», escribió en 2017 Cristiana Paşca Palmer, secretaria ejecutiva del Convenio sobre la Diversidad Biológica de las Naciones Unidas. Ese aspecto fundamental sigue en pie, sobre todo para los tres pilares del desarrollo sostenible —la economía, la integridad social y la conservación ambiental—. Pero estos ecosistemas son cada vez más vulnerables a las acciones del cambio climático y las industrias. En Venezuela existen tres ecosistemas fundamentales para mantener nuestras playas: los manglares, las praderas marinas y los arrecifes coralinos. Cada uno es un foco de biodiversidad, cada uno cumple un papel en la formación de las playas que disfrutamos. Por eso, el proyecto #CostaViva —una alianza entre @tierravivavzla, @fudena y @trabajoypersona con el financiamiento de @ueenvenezuela— busca mejorar la calidad de vida de las comunidades marino costeras de Venezuela a través de modelos de gestión ambiental y sustentable. Infografía (terragrama): @epekopeko Ilustración de cabecera: Freepik