La fiebre tifoidea es una enfermedad infecciosa producida por la bacteria Salmonella typhi cuyos síntomas pueden ser leves o graves y pueden incluir fiebre, dolor de cabeza, estreñimiento o diarrea, puntos de color rosado en el tronco y aumento del tamaño del bazo y del hígado. Los casos fatales corresponden a menos del 1% con tratamiento antibiótico.

Cabe resaltar que una vez que se han infectado, pueden contagiar a otras personas a través de la vía de transmisión fecal-oral. Esto significa que la bacteria se transmite por las heces y, en ocasiones, por la orina de las personas infectadas.

La mayoría de las personas diagnosticadas con fiebre tifoidea se sienten mejor unos días después de comenzar el tratamiento con antibióticos, pero una pequeña cantidad puede morir por complicaciones. La eficacia de las vacunas contra la fiebre tifoidea solo es parcial. Estas generalmente se reservan para quienes pueden estar expuestos a la enfermedad o viajan a zonas donde la fiebre tifoidea es común.

Hasta los momentos, en Venezuela no existe ningún reporte oficial emanado del Ministerio de Salud referido a casos de fiebre tifoidea en el país.

Es por ello que, ante las versiones que circulan sobre la proliferación de la enfermedad, compartimos esta información de interés enmarcada en el proyecto “Cambio climático, gestión de agua, enfermedades de origen hídrico: el papel de las autoridades locales y de las organizaciones de la sociedad civil”, ejecutado por Invesp y Fundación Tierra Viva en siete municipios de Venezuela y es cofinanciado por la Unión Europea @uenvenezuela