La recuperación de papel, cartón, plástico y vidrio en hogares, escuelas, condominios, oficinas y centros comerciales es una forma de reducir la cantidad de basura que se produce en las ciudades y que llega a los basureros o rellenos sanitarios. Esta práctica es conocida como recuperación de residuos sólidos en el origen y se aplica, desde varias décadas, en muchas ciudades del mundo.  De esta manera un importante flujo de residuos sale de la ruta de la basura, para ser reusados o para incorprarse como materia prima en procesos industriales a través del reciclaje.

Desde hace pocos meses en Valencia, estado Carabobo, la realidad económica y un mejor valor comercial de los residuos y -muy especialmente- de los residuos plásticos, ha desencadenado gran actividad por parte de recuperadores informales en la ciudad.  En teoría, los ciudadanos de la zona norte de la ciudad, deberían estar muy contentos porque menos basura está llegando a La Guásima, el vertedero a dónde va a dar la basura de Valencia, San Diego, Naguanagua, Los Guayos y Libertador.

Sin embargo, eso no es lo que está pasando. Lo que realmente está pasando es que, mientras un grupo de ciudadanos, como medida de salubridad, se ocupan de sacar la basura en bolsas negras, otro grupo, los recuperadores informales de plástico, rompen las bolsas, vacian el contenido en el suelo y usan la bolsa para recoger los plasticos que tambien sacan de otras bolsas -rompiéndolas y vaciándolas en un ciclo infinito-. Se llevan los plásticos y las bolsas y toda la basura queda regada en el suelo, conviriendose cada esquina de la ciudad en foco de contaminación y de riesgo en materia de salud pública.

Esta situación no tiene nada que ver con un proceso de recuperación en el origen. Todo lo contrario, lo que está pasando es una replica de los inadecuados procesos de segregación que ocurren tanto en La Guásima como en vertederos clandestinos, dónde no hay control de contaminación y no hay ninguna garantía sanitaria para los segregadores.  La adecuada recuperación en el origen, requiere de protocolos o sistemas en los cuales las personas clasifiquen los residuos y eviten que el mismo este mezclado con materiales peligrosos y con materia orgánica que ensucie o deteriore los materiales.

Adicionalmente a lo antes descrito, el acceso a los residuos en esta zona de la ciudad, asociado a un mayor de ingreso y en consecuencia consumo, representa una oportunidad para un sector de la sociedad que para tener fácil acceso a los residuos, ha comenzado a ocupar arbitarriamente espacios como las quebradas que bajan desde el cerro Casupo y -en su camino a desembocar en el río Cabriales- atraviesan las urbanizaciones El Parral, Los Mangos, Prebo y La Viña. Se trata de una población no integrada a la sociedad que vive en condicionales de precariedad y abre espacios a la delicuencia y otros actividades ilicitas.

Ciudades como Bogotá en Colombia, Sao Pablo en Brasil o Buenos Aires en Argentina han transitado por estas situaciones y han encontrado una alternativa en la recuperación y el reciclaje, reconociendo y formalizando el papel de las empresas recicladoras y los recuperadores informales como actores clave en dichos sistemas. Para lograr esta tarea,  se construyen normativas y políticas públicas y se desarrollan iniciativas que combinan esfuerzos de los sectores públicos y privados

Este abordaje se conoce como “reciclaje inclusivo” y es hoy en día, una estratagia fundamental en las principales ciudades del mundo, se trata de un modelo de aprovechamiento de materias primas que reduce la contaminación, mientras fomenta un cambio de la economía productiva pasando de lineal a la circular, es decir, ir de un modelo basado en extraer-producir-desechar al de reducir-reutilizar-reciclar.

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Jordana Ayala, Gerente de Proyectos Socio Ambientales de Fundación Tierra Viva

Fundación Tierra Viva integra junto a las Damas Internacionales de Valencia, el Consejo Comunal La Viña, el Suplemento Saberes Infantiles, la Universidad de Carabobo y las recuperadoras Yoclart y Reciclart el equipo de acción ciudadana @MiciudadRecicla que con el apoyo de Shell en Venezuela promueven la recuperación de plástico, cartón y vidrio como estrategia de autogestión escolar y comunitarias, así como, el sostenimiento de obras socialesen la Gran Valencia