Fundación Tierra Viva ejecutó el proyecto “Iniciativas ecoturísticas y agroforestales para la conservación de la cuenca del río Canoabo” en la comunidad agrícola de Las Garcitas, con el apoyo de un comité local y el co financiamiento del Programa de Pequeñas Donaciones del PNUD en Venezuela (2018-2020).

Al inicio del proyecto, se realizó la caracterización de los predios agrícolas en Las Garcitas, y pudo detectarse el papel o la participación de la mujer en el desarrollo de la actividad productiva en el ámbito agrícola, en algunos casos se evidenciaba la participación directa en el trabajo de campo, mujeres en labores de siembra, riego, desmalezado, cosecha y venta de sus productos, inicialmente reservadas en involucrarse en el proyecto, no obstante  al conocer los objetivos de proyecto se interesaron y pasaron a ser integrantes activas de los procesos formativos y participativos, el trabajo solidario y en la planificación de sus actividades.

 Sin embargo algunas esposas y  familiares de los productores agrícolas incorporados en el proyecto, aun estando interesados en participar en los  procesos formativos, aprender  técnicas agroecológicas desconocidas para ellos,  no podía participar por sus responsabilidades previas tanto en las labores domésticas, así como a sus actividades laborales fuera del hogar y de   al igual manera  que otros miembros de la familia  estudiantes que solo podían dedicar horas vespertinas  para involucrarse en los procesos formativos.

 A esta situación se añadía la dificultad de trasladarse desde el sector Los naranjos donde se ubican sus viviendas hasta las parcelas en el cerro Las Garcitas, el trayecto es una caminata de aproximadamente 45 minutos, una vialidad rural de tierra, camino polvoriento en temporada de sequía y de difícil acceso en temporada de lluvias. La manera más viable es subir a primera hora de la mañana y bajar el caer la tarde.

La conjugación de dichos escenarios impedía empoderarse en los procesos formativos en los cuales participaban los productores en talleres y prácticas realizadas en sus parcelas.

Para facilitar la incorporación de familiares de los productores, interesados en los procesos formativos teórico Prácticos, se planificó realizar en los espacios de las viviendas de los productores talleres teórico prácticos en temas de Agroecología.  Es así como los participantes en el sector Los Naranjos, recibieron talleres de elaboración de bioinsumos, Compost. Abonos líquidos, Purines, obtención de semillas de hortalizas, rotación de cultivos. Además de talleres de conservación de alimentos.

Las herramientas brindadas en estos espacios permitieron el mejoramiento de los espacios productivos, en grupos familiares que tradicionalmente cultivaban pequeñas siembras en sus casas, además de propiciar otras familias que no manifestaban mucho interés por tener cultivos en sus patios, sin embargo, a finales del 2019, ya cultivan algunos rubros.

Durante el 2020, continuó el acompañamiento de estas emprendedoras agrícolas y adicionalmente, se impulsó el darle valor agregado a la cosecha, el cómo hacer para conservar los excedentes y, a parte del trueque, el cómo darle varios aprovechamientos.

De esta manera, se compartieron técnicas de deshidratar alimentos, la elaboración de encurtidos, elaboración de frutas confitadas y preparación de tortas para la época decembrina; hoy se observan emprendimientos tal es el caso de la familia Lara quienes desde su  casabera” Mi Refugio” transformado la yuca en un delicioso casabe, además de preparar su melao de caña, ingrediente necesario para preparar cortados,   ahora innovan con una receta mejorada cortados con frutas confitadas,  delicia que ofrecen en venta tanto a lugareños como a los turistas.

En esta familia el empoderamiento va avanzando ya que a inicio del proyecto solo el productor se encargaba de la parcela ubicada en la parte alta del cerro las Garcitas y en su vivienda en el sector los naranjos algunos cultivos como cilantro, café, caña de azúcar en mínima escala.

Hoy en día acondicionaron en su vivienda los equipos e implementos para procesar la yuca, entre ellos un peculiar horno a leña construido con materiales de la zona. Y el ingenio innovador del productor Héctor Armando Lara. La casabera “MI Refugio” es atendida por todos los miembros de la familia e incluso se incorporar otros productores para colaborar en la elaboración del casabe.

Además, que dos miembros del grupo familiar se incorporaron a la actividad productiva en la parcela, construyeron un caney para tener mayor comodidad y pernoctar en su predio agrícola de manera tal de atender las siembras con mayor empeño. En este caso se va incorporando a la generación de relevo, dos niños también participan acompañando a sus padres.

 En cuanto a los procesos organizativos, los avances son realmente significativos, si bien es cierto que los productores ubicados en las garcitas llevan años organizados para dar mantenimiento a la vialidad, con un trabajo conjunto y mancomunado, donde se reúnen un grupo de pobladores del sector, para acondicionar la vialidad, con herramientas básicas, con pico y pala, realizando drenajes, para que la escorrentía de las aguas pluviales no socavé la carretera de tierra. Tarea que han venido desarrollando, durante varios años.

Este trabajo previo de socialización durante el mantenimiento de la vialidad, sentó las bases para ir estableciendo dinámicas organizativas para las actividades agroecológicas.

Por medio del proyecto fueron entregadas al grupo de productores implementos y equipos, los cuales van administrando de acuerdo a un plan de trabajo, llevando un libro de actas donde cada productor se va anotando para el uso de las herramientas, cerciorándose de entregarlos equipos en buen estado y dando el mantenimiento adecuado. Realizan acta de entrega y de devolución de cada equipo. El trabajo colaborativo en cayapa se ha fortalecido, por cercanías entre las parcelas se delimitaron tres zonas: Parte baja parte media y parte alta, de manera tal que logren apoyarse en sus labores, hacienda las actividades agradables, con espíritu de solidaridad, reforzando conocimientos entre sí, ayuda mutua. Para la elaboración de los bioinsumos trabajan en equipo por sectores y luego comparten los purines y abonos elaborados, los cuales son utilizados en sus unidades de producción.

Una experiencia exitosa es la iniciativa de la familia Sequera quienes se organizaron para vender sus rubros agrícolas en la entrada el pueblo.

La planificación estuvo a cargo del nieto quien gestiono un equipo de perifoneo para invitar a la comunidad en adquirir rubros agroecológicos a precios solidarios ya que la cadena de comercialización seria directo del productor al consumidor, esta iniciativa tuvo buena acogida en la comunidad.

Se espera puedan continuar las ventas a partir del plan de siembra 2021 que los mismos productores organizaron.